(..) En conclusión, si la prospectiva y la estrategia son dos amantes íntimamente
relacionados, permanecen diferenciados y distintos y es bueno y conveniente
separarlos:
1) el tiempo de la anticipación, es decir de la prospectiva de los cambios posibles y
deseables,
2) el tiempo de la preparación de la acción: es decir, la elaboración y la evaluación
de las opciones estratégicas posibles para prepararse a los cambios esperados
(preactividad) y provocar los cambios deseables (proactividad).
Esta dicotomía entre la exploración y la preparación de la acción nos leva a
distinguir cuatro cuestiones fundamentales: ¿Qué puede ocurrir? (Q1), ¿Qué puedo
hacer? (Q2), ¿Qué voy a hacer? (Q3), ¿Cómo voy a hacerlo? (Q4). Esta cuestión
previa sobre la identidad de la empresa, frecuentemente olvidada, es el punto de
partida para la metodología estratégica de Marc Giget (1998). Se impone una vuelta
a las fuentes sobre las raíces de las competencias, sus fortalezas y debilidades,
recordando la famosa frase “conócete a tí mismo” de la antigua Grecia.
La prospectiva, cuando va sola, se centra sobre (Q1) ¿Qué puede ocurrir?.De ahí se deduce la imbricación que existe entre la prospectiva y la estrategia. Naturalmente, existen ejercicios de prospectiva general que no tienen un claro carácter estratégico para un determinado actor, así como análisis estratégicos de empresas o de sectores cuya componente
Se convierte en estratégica cuando una organización se interroga sobre el
¿Qué puedo yo hacer? (Q2). Una vez ambas cuestiones hayan sido tratadas, la
estrategia parte del
¿Qué puedo yo hacer? (Q2) para plantearse las otras dos
cuestiones: ¿Qué voy a hacer yo? (Q3) y ¿Cómo voy a hacerlo? (Q4).
prospectiva es embrionaria por no decir inexistente. Para dejarlo más claro, se
reservará pues la expresión de prospectiva estratégica a los ejercicios de prospectiva
que tengan ambiciones y persigan fines estratégicos para el actor que los emprende.
Las cinco actitudes posibles frente al futuro
Debido a los defectos en la anticipación cometidos ayer, el presente se nos aparece
lleno de cuestiones antes insignificantes, ahora urgentes, que es necesario solucionar
rápidamente, sacrificando el desarrollo a largo plazo, instalando ilusorias
soluciones. En un mundo en mutación donde las fuerzas de cambio están
revolucionando los factores de inercia y los hábitos instalados, se impone un
esfuerzo creciente de prospectiva (tecnológica, económica y social) a la empresa
para dotarse de flexibilidad estratégica, es decir para reaccionar con flexibilidad
manteniendo su rumbo
Frente al futuro, los hombres tenemos la elección de adoptar cuatro actitudes:Convendría decir aquí que estos conceptos de preactividad y proactividad, como
el avestruz pasivo que sufre el cambio, el bombero reactivo que se ocupa en combatir el fuego, una vez éste se ha declarado, el asegurador pre-activo que se prepara para los cambios previsibles pues sabe que la reparación sale más cara que la prevención, el conspirador pro-activo que trata de provocar los cambios deseados.
definición del contenido de la prospectiva deben atribuirse a Hasan Ozbekhan4.
Conclusión práctica para los decisores: A partir de ahora, cuando establezcan un
plan de actuación, abran tres columnas, una para la reactividad, otra para la
preactividad y finalmente, otra para la proactividad. Ninguna de ellas debería
quedar ni demasiado llena o ni demasiado vacía. Naturalmente, en un contexto de
crisis, la reactividad prevalece sobre el resto y en un contexto de crecimiento, es
preciso anticipar los cambios y provocarlos, fundamentalmente, por medio de la
innovación. (..)"
Extraido de:
"LA CAJA DE HERRAMIENTAS DE LA PROSPECTIVA ESTRATEGICA"
Por Michel Godet y la participación de Prospektiker
en colaboración con Régine Monti, Francis Meunier, Fabrice Roubelat
—Cuaderno nº 5— Cuarta edicion actualizada Abril de 2000
Difusión: Librairie des Arts et Métiers, 33 rue Réaumur 75003 Paris